(…) Fue ella quien me
llevó a un sanatorio para que hablase con un psiquiatra. El tipo me preguntó si
me masturbaba alguna vez, y le dije que no. No quiso creerlo. Me dijo que
debería masturbarme cada día en lugar tomar drogas. Yo pensé que quizá le
convendría encerrarse a sí mismo en el manicomio si era aquello lo único que el
hijoputa tenía que decirme. ¿Masturbarme para romper la adicción? Mierda el
pobre debía de estar loco.
Miles. La autobiografía, pág. 211
Miles Davis. Quincy Troupe
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