La clase obrera va al paraíso
(de Elio Petri, con Gian María Volonté
y Mariangela Melato)
Tenía
que estar Lenin en aquel fotograma.
Surgir
tan de repente como hacen las tormentas
(en
los filmes sucede que llegan sin anuncios)
En
pleno distraimiento.
Mis
manos descontentas hurgaban en tus muslos.
Mis
ojos repasaban el borde de tu escote.
Y
aunque era Lenin quien clamaba en ese instante,
Tu
cuerpo era de un brillo mayor que la pantalla.
No
oyeron mis razones. Fueron claros, solemnes.
Con
el voto de envidia de todos mis amigos
(antiguos
camaradas de lucha por la cama):
Me
echaron del Partido.
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