Pese
a la mala opinión que corre sobre su inteligencia, las rubias no están vacías,
están por fuera. Por ejemplo: Norma Jean, por dentro, era Marilyn Monroe, por
fuera.
Los
Centinelas del Vacío cuidan que Nadie lo llene de cosas vanas. El suyo es un
oficio sin futuro. Uno a uno, pronto los irán despidiendo a todos para así llevar el Vacío aún más
lejos.
En
mis tiempos había Hijos del Agobio. Hoy día ya sólo quedan Hijos del Vacío.
Hijos vacíos.
Cuando
llegamos, mucho tiempo llevaban con el estómago Vacío. Llenos de hambre.
Según
Jorge Oteiza el ser que vendrá se apoya en el Vacío. La Esfinge lo habría
devorado.
El
Vacío anda con la portañuela abierta. Por ahí se le escapó el pajarito.
Los
Maestros del Vacío trabajan todos en la Escuela de la Angustia.
Así, la estatua del santo patrón de un
templo exige a su alrededor un ámbito privilegiado de resonancia, un Vacío
proporcional a la importancia que su condición patronal le confiere en ese
contexto determinado (Estética
de la creatividad. Alfonso López Quintás)
Vacío
trascendental, Vacío proporcional, Vacío interior. Al Vacío le sobran los
calificativos.
El
milagro culinario de los berberechos al Vacío.
Soleá del Vacío
Quien entra en un
agujero
ya ni con suerte sale.
De todos los agujeros,
menos
del de los ojales
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