Lo invisible ocupa un lugar vacío, por ello si
resulta imposible ocupar un lugar vacío.
Vacío de poder. Bendita anarquía.
Tomaron el vacío por asalto a la de tres.
El vacío no opuso resistencia.
El vacío ni se crea ni se destruye, sólo se disfraza.
El corazón del hombre es un gran vacío, por ello si
sólo los cínicos se enamoran, dicen, locamente.
¿Y las mujeres? ¡Ay, el corazón de las mujeres! ¡Qué
grande vacío rodea!
Donde hay ruido no hay vacío. Por ello si las
bestias, que temen al vacío más que a una vara verde, se amansen con la música.
La noción de vacío en Eduardo Chillida tendría para
siempre una hora de retraso.
La relación del vacío con las alarmas.
Las alarmas crean vacío.
Vaciado en bronce, oxí-moron de la frontera, Cádiz.
Los vigilantes del vacío pierden el tiempo y, al
cabo, se ciegan.
Los cazadores
de fantasmas rehúyen dejarse fotografiar con sus capturas.
El vacío y la presunción de inocencia. Todo inocente
es un vacío hasta que se carga de la culpa que lleva implícita todo documento
nacional de identidad.
Todo
vacío sumergido en un fluido (por favor, que no esté tan espeso como el puré de
verduras) ejerce un empuje hacia arriba, igual al peso del fluido desalojado.
El
peso de un recipiente vacío menos el peso del material del recipiente, igual al
peso del vacío.
En
cualquier caso, el vacío es y será siempre un sobrepeso.
A
tumba abierta se crea un vacío lamentable.
El vacío
interior –vacuum intus-, mal llamado angustia vital –vitalis anxietas-, no
tiene remiendo desde fuera.
(fotografía Piero Manzoni)
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