Ni el océano, ni el sepulcro, ni la
vulva dicen: Es suficiente. Pascal
Quignard. Pequeños tratados.
El
vacío ruso. En el vacío ruso se esconde un vacío menor. Y dentro de este vacío
menor, un vacío aún menor. Y así sucesivamente, hasta llegar a que ya no cabe
más vacío en el vacío. Por muy disminuido.
“La
insoportable brevedad del ser”, como la escala de Jacob, apoya uno de sus
extremos en la tierra y el otro en el vacío. El muchacho que ahora mismo
recorre sus peldaños, sólo siente una gran fatiga que le impide reconocerse si subiendo
o bajando. En el sueño de la mujer de Jacob la escala estaba tendida en el
suelo. Las hierbas que crecían a su alrededor, pronto la ataron a la tierra con
una maña feroz.
Maestro, ¿Qué es el
vacío?
La respuesta del Maestro
fue todo menos complaciente.
Si el vacío fuese de
fuego, lo apagaría el agua. Si el vacío fuese de agua, con un fuego se evaporaría.
Una larga o-vacio-n
cerró el acuerdo.
El vacío arquitectónico.
Las grandes obras de la Antigüedad, ayer no estaban.
El vacío escatológico.
Aquel que lee en el retrete, se vacía por partida doble.
Sobre mi propio vacío.
Nunca sentí la necesidad de escribir tanto sobre tan poco.
No
mata más la bala que el vacío que abre.
El
cuerpo queda vacío. El santo, traidor y cobarde, se le va al cielo.
Hay
quienes le dan al cuerpo la categoría mínima de un continente vacío. Gente para
la que follar es un gesto imperialista.
El
imperialismo es un tigre de papel sobre un cuerpo vacío.
Eso
de la botella medio llena o medio vacío también es como mirar el dedo de quien
señala la luna y no ver la luna.
El
vacío ecológico (para Elena). El alcalde de Lanjarón, provincia de Granada, al
límite de Las Alpujarras, prohibió a sus convecinos morirse dentro del término
municipal. El crudo problema al que se enfrentaba la Corporación de pleno, era ganar vacío en el
cementerio para las futuras generaciones.
Al
despejar la incógnita, la ecuación queda vacía.
El
vacío. Mar adentro.
Algunos
pueblos antiguos confundieron el mar con el vacío, e indistintamente, se
referían a él con uno u otro nombre. El mar, el vacío eran nombres que
aterraban, antes, incluso, de que los nombraran.
(FOTOGRAFÍA DE PAM CUBERO)
(FOTOGRAFÍA DE PAM CUBERO)
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