El individuo
no es el individualismo, sino todo lo contrario. El individualismo es una
fórmula más del gregarismo reinante: si todos son individuos, yo también. El
individuo, por su parte, no pasa de ser una maldita fatalidad. El
individualismo asegura que el individuo busca no encontrarse con nadie. El
individuo reconoce que no puede dejar de confrontarse.
Entonces,
al individuo pueden ocurrirle dos cosas que jamás le ocurrirán al partidario
del individualismo:
A/ que
encontrándose, los dos precisos para hacer la ocasión, se gusten y acuerden
pasar juntos un tiempo.
B/ que
encontrándose, los dos precisos para hacer la ocasión, no se gusten y
cada uno siga su camino sin molestarse el uno al otro.
Así
de sencillo.
Desde
luego, la anarquía es la más alta expresión del orden. Del orden que no
establece la necesidad.
El
falso Stirner
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