lunes, 11 de enero de 2016

EL SALTO DE LA RANA



La historia, a más tardar, se repite en clave de comedia, aseguran haberle oído decir a Karl Marx el día en que por fin su mujer se salía con la suya y lograba que un buen barbero judío le afeitara la barba, y el viejo Karl, a sus ojos, volviera a ser un pimpollo.

La historia, a poco, se repite en clave de comedia, y así, ¡claro!, los muertos prefieren no resucitar para evitar que se rían de ellos con la naturalidad con que siempre lo están los espectadores (Italo Svevo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario