lunes, 1 de abril de 2013

LADRONARIA




Distingamos empero: hay ladrones normales y ladrones escepcionales. A la primera categoría pertenecemos todos los hombres de bien; y a la segunda los klopémanos (es decir, los enfermos de la klopemanía ó manía del hurtoo), y los que roban con esclusión de toda otra industria. Nosotros somos ladrones decentes; hurtamos sin dar escándalo, por egoísmo, por represalia, instintivamente, sin querer causar la ruina de nadie, sin  apelar á malas artes… Y esto es muy tolerable, y, si me apuran VV., hasta necesario. Los ladrones escepcionales, prescindiendo de los infelices maniáticos, roban con escándalo, con todo descaro, con la conciencia de que van á arruinar á un prójimo, valiéndose de la astucia, de la fuerza… ¡Oh! Estos ladrones no son decentes, no son hombres presentables: la sociedad debe alzarse en masa para esterminarles.  Dimás Camándulas. Arte de robar ó Manual para no ser robado 1884

No hay comentarios:

Publicar un comentario