viernes, 28 de junio de 2013

EL CUENTO SEMANAL –VII


LOS ÚLTIMOS DÍAS DE FEDERICO EN GRANADA

No me dan ninguna pena las lagartijas. A las lagartijas, cuando les cortan el rabo, les vuelve a crecer un rabo nuevo.

Me dan pena las salamanquesas. Tan quietitas, que si de pronto estallara el volcán de Sierra Elvira y las paredes de los cármenes se derrumbaran como las cartas de un castillo de naipes, de ellas seguiría su desamparo flotando en el aire.

Por la plaza Bibarrambla, entre los puestos de flores y las farolas que dan calambre, corría Federico canturreando:

Las salamanquesas son pavesas.
Las lagartijas, gente muy pija.

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