viernes, 30 de diciembre de 2011

La literalidad de las metáforas

Propongo que, a partir de ahora mismo, a la voz de ya (manu militari), las elecciones (generales, autonómicas, municipales e incluso las europeas) se celebren de forma invariable, caiga en el día de la semana que caiga (lo cual se recompensará, a los empresarios, ‘bisiesteando’ el próximo febrero, si no lo es, bisiesto, de por sí el año nuevo), el 28 de diciembre. De este modo tan sencillo coincidirían la jornada de reflexión y el día de los santos inocentes.

El nombre de inocente conviene a estos santos por tres razones: por las características de su vida, por la pena a la que fueron condenados y por la inocencia que conquistaron.

-Por las características de su vida: Su vida fue inofensiva; jamás hicieron daño a nadie; ni a dios con desobediencia; ni al prójimo con injusticia; ni a sí mismos con la malicia de ningún pecado.

-Por la pena a que fueron condenados, que les fue impuesta sin que hubieran cometido la menor culpa y contra toda justicia.

-Por la inocencia que conquistaron, porque mediante su martirio consiguieron la inocencia bautismal, es decir la liberación del pecado original. Santiago de la Vorágine. La leyenda dorada

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