lunes, 26 de diciembre de 2011

La Caverna Democrática

¿Alguna vez se ha propuesto robarse una idea? La mejor que tenga. Una de esas que nunca antes la había pensado y ahora ya no podría vivir sin ella. Sucede, a continuación, algo asombroso: cuenta con alguien a quien procede agradecerle el haberle devuelto la inocencia. Y, por demás, cuenta también con esa idea de la que el ladrón (usted mismo representado) se siente el único poseedor. No le reclame nada. Páguele lo que le pida por ella, aun endeudándose. Con tal de que le permita devolverla, y así recuperar su dinero, si al cabo no le satisface o no cumple las expectativas que había depositado en ella.

La Democracia (Representativa, insisten quienes tratan nada más de rizar el rizo) parece regirse por este sano criterio. Pero sólo El Corte Inglés lo pone en práctica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario