domingo, 25 de diciembre de 2011

De la impiedad del psicoanálisis

De niño, mi padre me tiró una cuchillada y, aunque la paré, me hizo un corte en la mano. Si le tuviera delante le preguntaría por qué me ataba a un palo y me pegaba con un látigo, y a mi madre por qué nunca me hizo una caricia. (Mauro Corona. El País 23122011)

Pero alguna tara me lo impide, no sólo la pereza y el miedo a la dificultad. Me parece que no podría interesarme, de forma exclusiva y constante, como por demás sería necesario, por ninguno de estos temas. Me parece que, de abordar uno de ellos, tendría enseguida la sensación de que no es esencial, de que pierdo el tiempo. (Francis Ponge. La rabia de la expresión)

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