sábado, 18 de mayo de 2013

EL CUENTO SEMANAL




-Tantas historias con un final idéntico hacen ineludible la existencia de un Borges infinito.

Acabó afirmando el Conferenciante antes de dejarse acribillar por las preguntas de un público que sólo había acudido esperando este momento.

Él las escuchó y las respondió una por una, como si en verdad las considerara, pero únicamente se detuvo inquieto cuando una joven de cualidades inmejorables le inquirió:

-¿Es preciso conocer los detalles de todas las historias?

Tardó unos segundos en recobrar el aliento. Miró subir el humo de su cigarrillo (un cigarrillo supuesto) Agitó las manos como queriendo disipar el humo. Carraspeó. Se ajustó la gafa. Atendió la incorrecta posición de su corbata. Por debajo de la mesa descruzó las piernas. Vio que llevaba ese día dos calcetines distintos. Y entonces, sólo entonces, supo qué responderle a aquella muchacha de ojos dispares. Quien, como enseguida advirtió, ya se había desinteresado.

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