domingo, 26 de mayo de 2013

BANALIDADES DEL SECRETO




El secreto, refiriéndose al pasado, puede determinar el futuro o no, pero, como presente, su única función consiste en mantener el futuro hipotecado.

Discutir la noción elevada del secreto: En lo invisible es preciso distinguir, sin embargo, lo invisible de lo que está oculto. Existe lo visible que está oculto –una carta dentro de un sobre, por ejemplo, es lo visible oculto. Un ser desconocido en el fondo del mar, no es lo invisible, es lo visible oculto. René Magritte.

Aplicable a aquellas cosas cuyo conocimiento queda reducido a un número de personas, poniendo las mismas exquisito cuidado en que no trascienda más allá de ellas. De lo que convendría hablar, en consecuencia, es de esos cuidados y de las formas concretas que se emplear a efectos de ‘mantener el secreto’. La pobre doña María no sabe que su hijo está a sueldo de la policía.

Ante el secreto, como ante la cortesía, lo importante es no dejarse engañar.

Mentando el secreto guardado en cualquier cosa, se corre el riesgo de estar creando el secreto de la cosa en ese preciso momento.

La naturaleza del misterio, precisamente, destruye la curiosidad (Magritte). El psicoanálisis sólo permite interpretar aquello que ya es susceptible de interpretación. La interpretación hace el secreto.

Lo visible es sólo un ejemplo de lo real (Pazul Klee) opuesto al secreto poético: la metáfora.

Lo bello está hecho de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de determinar, y un elemento relativo, circunstancial. Generalmente se confunde lo bello con el primer elemento, dejando el papel de maleza para el segundo (Baudelaire) Intercambiar bello por secreto y nada cambia.

Obligado a guardar un secreto, lo primero que hace es comunicar que tiene un secreto inconfesable. Por favor, no me pregunten por eso. De eso no puedo hablar.

¿Puede ser el secreto una forma ‘astuta’ de relacionarse con el otro? El otro como el objeto de la búsqueda. Un secreto que no pertenezca a nadie en concreto. El juego de las apariencias corteses: Kristeva.

A la construcción del secreto no asiste nadie, por lo que, seguidamente, ha de funcionar como una revelación. La garantía de la verdad de un  secreto es seguir siendo secreto.

El lugar es lo que el secreto miente.

Resulta más convincente creer en la existencia de un secreto que no creer en la existencia de nada anterior a nosotros mismos.

¿Te confieso un secreto para interesarte o para descargar mi conciencia?

Dios está más allá de las palabras (Steiner) y por tanto, no necesita de ellas ni para existir ni para dejar de existir (dios ha muerto pero nos queda la gramática, Nietzsche). El secreto no es más que la palabra, bajo la palabra, en el lugar de la palabra.

El secreto sustituye al milagro.

Steiner habla de la tendencia occidental a suponer posible meter toda la verdad en el lenguaje, sin embargo, recoge una excepción en la cumbre misma de la verdad, allí donde seguramente ésta coincide con dios o la razón o el poder….

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