El secreto, refiriéndose al pasado, puede determinar el futuro o
no, pero, como presente, su única función consiste en mantener el futuro
hipotecado.
Discutir la noción
elevada del secreto: En lo invisible es preciso distinguir, sin embargo, lo
invisible de lo que está oculto. Existe lo visible que está oculto –una carta
dentro de un sobre, por ejemplo, es lo visible oculto. Un ser desconocido en el
fondo del mar, no es lo invisible, es lo visible oculto. René Magritte.
Aplicable a aquellas cosas cuyo conocimiento queda reducido a un
número de personas, poniendo las mismas exquisito cuidado en que no trascienda
más allá de ellas. De lo que convendría hablar, en consecuencia, es de esos
cuidados y de las formas concretas que se emplear a efectos de ‘mantener el
secreto’. La pobre doña María no sabe que su hijo está a sueldo de la policía.
Ante el secreto, como ante la cortesía, lo importante es no
dejarse engañar.
Mentando el secreto guardado en cualquier cosa, se corre el riesgo
de estar creando el secreto de la cosa en ese preciso momento.
La naturaleza del
misterio, precisamente, destruye la curiosidad
(Magritte). El psicoanálisis sólo permite interpretar aquello que ya es
susceptible de interpretación. La interpretación hace el secreto.
Lo visible es sólo un
ejemplo de lo real (Pazul Klee) opuesto al
secreto poético: la metáfora.
Lo bello está hecho de un
elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de
determinar, y un elemento relativo, circunstancial. Generalmente se confunde lo
bello con el primer elemento, dejando el papel de maleza para el segundo (Baudelaire) Intercambiar bello por secreto y nada cambia.
Obligado a guardar un secreto, lo primero que hace es comunicar
que tiene un secreto inconfesable. Por
favor, no me pregunten por eso. De eso no puedo hablar.
¿Puede ser el secreto una forma ‘astuta’ de relacionarse con el
otro? El otro como el objeto de la búsqueda. Un secreto que no pertenezca a nadie
en concreto. El juego de las apariencias corteses: Kristeva.
A la construcción del secreto no asiste nadie, por lo que,
seguidamente, ha de funcionar como una revelación. La garantía de la verdad de
un secreto es seguir siendo secreto.
El lugar es lo que el secreto miente.
Resulta más convincente creer en la existencia de un secreto que
no creer en la existencia de nada anterior a nosotros mismos.
¿Te confieso un secreto para interesarte o para descargar mi
conciencia?
Dios está más allá de las palabras (Steiner) y por tanto, no
necesita de ellas ni para existir ni para dejar de existir (dios ha muerto pero
nos queda la gramática, Nietzsche). El secreto no es más que la palabra, bajo
la palabra, en el lugar de la palabra.
El secreto sustituye al milagro.
Steiner habla de la tendencia occidental a suponer posible meter
toda la verdad en el lenguaje, sin embargo, recoge una excepción en la cumbre
misma de la verdad, allí donde seguramente ésta coincide con dios o la razón
o el poder….
No hay comentarios:
Publicar un comentario