miércoles, 18 de abril de 2012

Una investigación


INVESTIGUEMOS por qué ese Hombre, ya en su plena madurez, se sigue chupando el dedo.

1. su Madre, malvada como una Reina de Ajedrez, lo apartó de su pecho apenas él cumplía los siete meses.

2. su Padre, tan superficial y engreído como un Rey del Ajedrez, le robó su caja de lápices de colores, un día mientras dormía.

3. su Hermana Vicenta, retorcida como un Alfil del Ajedrez, se lamía en su presencia la larga tranza rubia que le recogía el pelo.

4. su Abuelo materno, empalmado como las cuatro Torres del Ajedrez, lo sentaba en sus rodillas y le contaba las largas historias de los seminaristas.

5. su Tía sevillana, embrutecida como los dos Caballos negros del Ajedrez, pero de crines canas, le echaba laxante en las natillas.

6. y su noble Compañero de pupitre, un monaguillo cateto que no contaba entre los Peones del Ajedrez, le llamaba Gorrión:

Nene mamón,

sacate el dedo

del monedero.

Que lo tienes tan cortito,

que parece un pajarito.

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