viernes, 10 de febrero de 2012

Escatológicas

-He vuelto y pienso volver todos los días de mi vida, dice el capitalismo machacón, por boca del señor Guindos, en formal imitación de Natalia Verbeke (no tan hermosa como en otras ocasiones) en el ramplón anuncio de la leche asturiana capacitada para provocar la diarrea o la correncia. Claro que Natalia –exagerando hasta lo ‘sublime’ la imagen de belleza de los surrealistas: el encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección- se encuentra y dialoga con la taza de un retrete y la cosa, finalmente, adquiere un aire de normalidad que, diría yo, nos humaniza. Mientras el tal Guindos (prunus cerasus) se dirige directamente a nosotros, españolitos del a pie y el nos guarde dios que advertía el poeta, y la cosa no resulta tan surrealista pero si, quizá, superrealista, que era como decía Vicente Aleixandre debía traducirse el termino sin amaneramiento afrancesado. Por lo demás, me da a mí que todo es idéntico en la publicidad y en la realidad, pues tanto la una como el otro lo que pretenden es cagar, bien sea verdad que el Guindo busque cagarnos encima y, encima, que le limpiemos el culo.

Sueldos de un euro a la hora en el milagro laboral alemán. ¡Vaya mierda recorre Europa!

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