Nunca
exclusiones, pero siempre jerarquía. Así define, someramente, Eugenio d’Ors lo
Barroco. Pues, bien, desde la perspectiva barroca cabe llamar “leninismo
democrático” la actitud [posturita] de Pablo Iglesias en la cima de Podemos. Es
obvio que nadie sobra en Podemos; que todos somos bienvenidos en Podemos, pero
que ninguno haya que le toque a la madre a quien está allí desde el principio.
Ornamento... y lo demás: delito, que diría Adolf Loos para elogio de la línea
recta.
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