viernes, 27 de septiembre de 2013

BREVE




Dice Alberto Méndez (Los girasoles ciegos) que si el corazón pensara dejaría de latir. Suerte tenemos porque no lo hace. 
Me pregunto si no sería conveniente invertir los términos. O sea, que si la cabeza latiera dejaría de pensar. Y enseguida caigo en que la pregunta ya me da la respuesta. Desdicha tenemos de que esto tampoco llegue jamás a ocurrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario