lunes, 22 de julio de 2013

UNA MODESTA PROPOSICIÓN




 Al llegar a la letra N, los diccionarios de español deberían considerar una alteración en su sistema habitual, pero más acorde –¡qué duda cabe- con el orden natural de las cosas.

Así, Nacer debería ser la primera entrada, y no, como ya es, que sólo aparece tras N, Na, Naba, Nabab, Nabal o Nabar, pues tanto da, Nabateo, Nabería, Nabí, Nabicol, Nabina, Nabla, Nabo, Nácar, Nácara, Nacarado, Nacarigüe, Nacarino, Nacascolo, Nactamal, Nacatete, Nacela y Nacencia, así fuera –pese a de los dictámenes de la ciencia de la biología que nos somete- los autores de diccionarios -como los curas- pensaran que hay vida antes de la vida, que está al nacer.

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