el secreto del suicidio de Gilles Deleuze
-- La recherche du temps perdu es de hecho una búsqueda de la
verdad. Si se denomina búsqueda del tiempo perdido es sólo en la medida que la
verdad tiene una relación esencial con el tiempo* -dio por acabada su
última clase del viernes el adusto monsieur le professeur Deleuze, mientras
en los pupitres del fondo del aula, un joven estudiante, hijo único y mimado de
una pareja de emigrantes andaluces, visiblemente animado ante la perspectiva
de un fin de semana sin deberes escolares ni lecciones que memorizar para
el día siguiente, saltaba con presteza de su asiento de madera incómoda y, ya
de pie, sueltos los rizos de su melena del color del azabache, le entraba a las
palmas ruidosas y festivaleras de unos tangos ligerillos provenientes de aquella
tierra oscura y nunca olvidada –siempre en la memoria como un clavo en la
pared- de sus buenos padres, como sólo saben hacerlo así, con tanto primor y respeto,
los grandes cantaores gitanos de la discográfica Le Chant du Monde:
Por Dios no me llores no
la madalena no se había perdío
la madalena la tengo yo.**
Quebranto terrible en su fondo, desaire profundo y amargo, por más de
inocente –lo cual no pareció que aliviara el bochorno creciente aparecido en el
rostro indignado de monsieur le professeur Deleuze-, viniendo como venía de
un joven estudiante meteco -retrasado y bullanguero, por más señas- a quien para
nada le ponía, en cambio, la escritura, en extremo significamentosa, del gran Marcel
Proust.
Se vio, por último, a monsieur le professeur Deleuze acercarse con
paso apesadumbrado –ese andar titubeante de los viejos clochard- hacia el
amplio ventanal de la clase. Abrirlo como quien pasa las páginas de un libro. Y
de forma inopinada –así lo concluye la Gendamerie Nationale-, terminar arrojándose
al vacío, esa página en blanco que, pese a las claras recomendaciones del poeta
Mallarmé a su favor, nunca aprendemos a respetar quienes a esto de escribir
porque sí nos prestamos, como si la en la escritura estuviera la verdad de
nuestro tiempo
*Proust y los signos
**tangos de la Repompa
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