viernes, 9 de noviembre de 2012

LA FUERZA DEL AMOR



a Fátima

María Mirona se llamaba la chica que más me quiso en la vida, aun cuando jamás en mi vida llegué a enterarme de qué veía en mí María Mirona para quererme tanto.

A veces le preguntaba:

-¿Qué miras, María Mirona, cuando me miras?

Y ella me seguía mirando sin contestar, de modo que tampoco yo era capaz de dejar de mirarla a ella.

--No me mires así, María Mirona –le dije, por fin, un día, y ella, por no me contrariar, hasta dejó de mirarme.

Yo, viendo que ahora María Mirona no me miraba, me puse a morir de amor en ese preciso instante.

¡Qué muerte más mala si no te miran!

¡Qué muerte más dulce!, los ojos de María Mirona mirándote hasta la muerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario